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"Recuerda los tiempos antes de Arkham City, cuando el pingüino hizo su salto a la alta sociedad con su estilosa adquisición - el Club Iceberg. Es la noche de apertura y el Pingüino se regodea en el éxito... hasta que dos caras familiares aparecen para arruinar la fiesta y arraigar firmemente la "Política de No Payasos" en su vida."


Apariciones en "Plumas Erizadas (Parte 2)"[]

Personajes Principales[]

Personajes Secundarios[]


Historia de "Plumas Erizadas (Parte 2)"[]

Antes de Arkham City estaba Gotham, y la única diferencia para un hombre corriente era pertenecer o no a la alta sociedad. El Pingüino acababa de inaugurar el Club Iceberg, y toda esta clase más rica estaba invitada.

Arkham unhinged c8

Para Oswald Cobblepot no habría momento más glorioso en el que por fin podría ser recibido en la alta sociedad para erguirse como alguien mejor. Toda la fiesta de inauguración marchaba mejor que bien, aunque él mismo reconoce que no debería haber soñado en grande debido a lo que pasaría con dos invitados en particular: el Joker y Harley Quinn. Por entonces se llevaban cordialmente bien, ya que de saberlo no hubieran sido invitados a la inauguración.

Todo comenzó cuando Cobblepot, con su mejor intención, hizo mandar una de sus mejores botellas de vino hacia esta pareja de payasos, con tan mala suerte que la camarera tropezó y derramó el contenido de los vasos sobre el Joker. Este, ofendido, no dudó en rociar a la camarera con un ácido que salió propulsada de la flor que llevaba en el traje, mantando rápidamente a la inocente sirviente.

El Pingüino no iba a dejar que ese hombre le humillara en la noche de su inauguración, y mandó a sus matones a por él. Sin embargo, el Joker y Harley consiguieron evadirlos y salieron con un carrito del Club, rompiendo la puerta y atrayendo la atención de los demás invitados. La banda del Joker esperaba en el exterior, y comenzaron a lanzar tartas sobre todos los invitados. Después, todos escaparon de la escena, y los invitados se dispersaron del lugar.

Lo que debió ser el mejor momento de Cobblepot se convirtió en meses de mala publicidad hacia el local, razón por la que tiene la política de "No Payasos". Tras contar la historia, el subordinado que está junto a él se percata que en la caja que contenía la botella de vino que roció ácido sobre el otro matón hay una nota que había pasado desapercibida. El mensaje no deja indiferente al Pingüino: FUE CORDIALMENTE INVITADO AL DESFILE DE PAYASOS.


Curiosidades[]

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